28.07.10

Una vez más, mi mente le reclamaba a mi cuerpo. "¿Pensaste que una eternidad iba a ser suficiente?" se burlaba, mientras se desvanecía la poca paz que había conseguido adueñarse de mi cuerpo. No estábamos lejos del garaje, las luces tenues comenzaban a proyectar sus sombras por las escaleras. Arriba, los gritos de Jasper retumbaban en el vacío de la mansión, mientras Emmett arremetía con todo lo que se interponía en su camino hacia nosotros.

La mano de Edward se aferró firmemente a la mía, mientras nos dirigíamos a toda velocidad hacia el volvo plateado, estacionado en el centro mismo del aparcamiento. Pude sentir la tensión y miedo por su parte, quizás producto de que Jasper se encontraba más cerca de lo que esperábamos. Mi cuerpo se estremeció por primera vez en casi cincuenta años. Cincuenta años alejada de toda situación de peligro y nuevamente me veía amenazada, pero esta vez era mi propia familia la que me daba caza. Abrí bruscamente la puerta del auto y me apresure a adentrarme en él, habiendo arrancado Edward antes de que pudiese cerrarla siquiera.

La entrada se abrió al tiempo en que las siluetas de la familia Cullen se hicieron visibles, descendiendo a toda velocidad el último tramo de la escalera. Salimos al viejo camino rápidamente, mientras Edward dibujaba una falsa sonrisa en su rostro intentando tranquilizarme.

Repentinamente, el auto se detuvo en seco. Mis ojos no eran capaces de creer lo que estaban
viendo y, por un momento, imaginé mi corazón, por más que ya no latiese, saliéndoseme por la boca. Emmett detenía nuestro escape, mientras una misteriosa figura avanzaba lenta y sigilosamente hacia nosotros.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Geniaal ! me encanto este comienzo ! Felicitaciones, chicos, sigan escribiendooo! :D

Equinoccio dijo...

Gracias! Pronto se viene el capítulo 1 :)